Que triste es la vida en los hospitales, sólo sufrimiento se ve para donde quiera que voltees, unas historias más desesperantes que otras, hoy estamos en el hospital con don David, en el intestino se forman unas bolsitas que sin esperar se infectan, y al inflamarse obstruyen el intestino, lo que da paso al peritonitis, que si no se atiende a tiempo provoca perforación del intestino..... y esto es lo que nos trae los días de cabeza.....
El miércoles 9 de Noviembre, se nos hizo saber que su situación era catalogada como de gravedad, le tuvieron que extirpar una parte bastante grande de intestino que estaba perforado y mandarlo analizar para desechar el odioso cáncer, hasta hoy 16 días despúes ya lleva dos cirugías, y aunque está estable de todo lo demás su situación no mejorará hasta saber que el intestino después de estar inactivo trabaje nuevamente, y no vuelva a perforarse, así que aunque vemos a don David, con un ánimo envidiable, tranquilo, haciendo bromas y llevando su estancia en el hospital con gran tranquilidad, la preocupación se huele en el aire.
Hay cosas buenas entre todo lo malo, Antonio llegó el domingo, y fuimos a recogerlo al aeropuerto..... ¡¡¡¡¡ por fin, y por primera vez en mi vida mi paladar degustó un deliciosísimo STARBUCKS, Dios, ese café es otra historia..... el lunes por vía terrestre llego Jaime, por primera vez en decenas de años están todos los hermanos juntos.... nos alegró saber ayer, que los estudios hechos al intestino dieron negativo al cáncer, un terror menos.
Dios qué difícil y qué triste es ver a nuestros seres queridos sufriendo!!! veía la cara de mi amorcito tan desesperado e impotente que lo único que podía hacer era abrazarlo, y al pie de la cama, calmando y atendiendo a su papá y sin saber que más esperar.
Pensamos que todo va bien, ayer después de ocho días sin probar ni agua, le dieron tres cucharadas de té y gelatina, 2 veces en todo el dia, estamos esperando que todo tome nuevamente su ritmo y trabaje. Pues otro detalle que nos tiene en espera es que su intestino está muy delgado y hay riesgo de alguna otra perforación, y que la infección ceda, para que no se produzca pus nuevamente, para que no sea intervenido cirurgícamente otra vez.
Hay cositas buenas entre lo malo, dijo don David, cuando íbamos por Toño.... sí las hay...... que sea esta vez...... la salud
Te quiero Davidsito, y espero que todo salga bien, porque no te sienta bien la tristeza, no quiero volver a ver esa mirada en tus ojos nunca más.....
viernes, 18 de noviembre de 2011
DON DAVID
PONIENDO ORDEN AL PASADO
En busca de papeles de años ya lejanos, mi suegra sacò carpetas y carpetas, con papeles muy importantes como facturas, importantes como recibos notariados, curiosos como boletas de calificaciones escolares que ahora ya no tienen validez, cartas de novias de los hijos, que nunca llegaron a ser esposas y que ahora ponen nerviosos a los dueños por el contenido, jajajaja, al fin y al cabo en ese tiempo habìa ahì sentimientos enredados, no? y basura folletos, notas; recuerdos, a veces algo que ocasiona tristeza, gratos, pero al fin y al cabo recuerdos.
Entonces vi algo que pusieron en el montòn para desechar y lo tomè, no tiene el nombre del editor, pero imagino como se sintiò ella cuando lo leyò por primera vez y sè porque guardò años y años esa hojita, tres de sus hijos Antonio, Jaime, y Davidsito son emigrantes, aunque ya hice que Davidsito regresara, espero en Dios que para siempre, està hojita dice lo siguiente y està titulada....
CARTA A MI HIJO QUE DESDE HACE TIEMPO VIVE LEJOS:
...Cuando la distancia, el tiempo, el trabajo y nuestra situaciòn migratoria nos alejan de los seres que nos dieron la vida...
Querido hijo: ¿Cómo has estado? ¿Cómo está tu familia? Porque sé que tienes una bonita familia, que mucho te quiere y por la que día con día te esfuerzas. También sé que tienes mucho trabajo, que llena el resto de tu tiempo, tanto que no te deja ni un minuto para que, por medio de unas letras, pueda yo saber de tí, y por teléfono ¿escuchar tu voz? Imposible....
Tampoco puedo esperar de ti un peso o dos para comprar una aspirina y calmar este dolor de cabeza que no me deja en paz. ¡ Si supieras m'ijo!, pero esto aun no lo sabes, porque tus hijos están todavía muy pequeños y duermen en el misma casa, incluso en tu propia recámara. Algunas veces sueño que vienes, pero .... no pasa de ser sólo un sueño, pero si tú... No, disculpa mi imprudencia al pensar que puedas hacer realidad mi sueño. Tampoco te pido que me invites a visitarte, pues sería un estorbo para ti, no se diga para tu familia, que casi ni me conoce.
Hijo, cuando yo muera, si te llegas a enterar, no intentes venir, ¿ya para qué? Tampoco se lo dirás a tus hijos, para que ellos siempre piensen que tienen a alguien por acá. Me pregunto si, entonces, te pasará lo que a mí, cada vez que recuerdo a mis padres: siento un dolor muy grande en el alma, y cómo no ¡si los extraño tanto! Un dolor que con nadie puedo desahogar. Por eso te repito: el día que yo muera, no hagas esfuerzo alguno por venir, mucho menos digas que me vas a extrañar o que me querías mucho, no te engañes a ti mismo, ya que no es eso lo que por mí ahora manifiestas. Además, si hoy no tienes dinero para venir, será muy feo que tengas que pedir prestado, sólo para venir a ver un cuerpo sin vida....
Hijo: es ahora cuando anhelo verte, platicar contigo y gozar de tu sonrisa, ver a mis nietos correr, como tantas veces te vi, y saber si tienen una nariz como la tuya, o la mirada del abuelo... pero si algún día vienes a ver mi tumba, recuerda que ahí ya no estaré yo, sólo mi cuerpo material, como lo que hoy no te permite venir a verme, pero por ahora mi esperanza no ha muerto: confío en Dios y en la Santísima Virgen de Guadalupe, que te veré algún día, hoy a lo mejor, con una rosa fresca y perfumada en tus manos, o mañana, con unas flores de papel que dejarás sobre mi tumba. A lo mejor, mañana veré tus lágrimas desde lo alto, pero hoy basta un pasaje de avión para estar con tu madre anciana y quejumbrosa. Tampoco pienses en llorar y emborracharte, mejor reflexiona acerca de lo siguiente: "siembra en tus hijos lo que te gustaría cosechar, cuando tengas mi edad".
Obviamente no la vi, pero puedo apostar que lloró al leer esto, en esos días en los que era extremadamente urgente tenerlos a su lado, porque este es el RUEGO de una mamá enojada por la ausencia de la persona que más ama......