01 DICIEMBRE 2011
Querido Don David:
Fue un placer conocerlo y le agradezco el afectuoso recibimiento que me dio al entrar y formar parte de esa familia tan unida que Dios le permitiò tener.
Què triste Diciembre!!!! I N E S P E R A D O ! ! ! !
A pesar de los comentarios de las personas allegadas a nosotros, que lo ùnico que predecìan era la muerte, jamàs esperè un final semenjante a su enfermedad, despuès de su primera cirugìa saliò tan fuerte, con tanta disposiciòn y ànimo, que nunca tuve en mi mente un desenlace tan fatal.
La segunda cirugìa lo dejò enojado, enfadado y cansado, serìa cierto esas cosas tan penosas que nos dijo, serà verdad que esas personas en las que pusimos su vida al cuidado de sus manos le dieron un trato tan desagradable, Dios quiera que no, que sòlo haya sido lo duro de esperar su turno al quiròfano.... de otra manera, què insensible somos ante el dolor ajeno!
De esta ùltima cirugìa lo cerraron, pero en el esfuerzo de voltearse y moverse se saliò una grapa, y se le quedò esa parte abierta, ya nunca lo cerraron....
Perdiò un poco de fuerza, y para colmo sus hijos debìan de regresar a los Estados Unidos, le comentè a David, porque no podìa dar crèdito en mi mente a la muerte que nos envolvìa.... què pasò??? què pudo suceder??? todo iba bien, todo estaba normal, què fallò??? David, serìa que le desanimò ver que no lo cerraban y quizà pensaba que le mentìamos cuando le decìamos que todo iba bien, pues si iba bien porquè estaba abierto??, serìa que vio irse a sus hijos??, se cansò??, se desanimò?? dejò de echarle las ganas que le estaba echando???
- Còmo saber ahora, Paty? - me contestò David- en su rostro vi confusiòn, dolor, duda... preferì no preguntar nada màs.... porque al fin y al cabo, ya nunca sabrìamos.
Jaime tuvo que irse el dìa 23 o 24 de noviembre ya no recuerdo, a pesar de ser tan poco tiempo, Antonio se fue el viernes 25. El domingo 27 nos quedamos David y yo con èl, toda la noche estuvo bien, durmiendo (decìan los doctores que mucho, a mì no me lo parecìa, pues no era un sueño completo, por lo tanto no tenìa el descanso adecuado para estar bien despierto) aunque la verdad era que estaba muy somnoliento.
El lunes 28 lo darìan de alta, asì que apenas eran las 6:00am y ya querìa a los doctores, ya querìa regresar a casa. En efecto los doctores nos dijeron que era urgente que saliera, pues todo iba tan bien, que no querìan arriesgarse a que pescara un virus de hospital (mortales por ser tan fuertes). Y asì fue, le dieron de alta el lunes.
No se veìa muy bien, no entrabamos mucho para no provocar algùn contagio de N A D A, que por cuidados no quedara, asistìa dormido, a veces ya ni abrìa sus ojos.... pero ideando formas para moverse solo, hablando, comìa mejor, aunque empezaban a congestionarse sus pulmones por no permanecer levantado, pero todo parecìa bien.....
Por la noche y madrugada llamaban a David, porque querìa voltearse o levantarse y para que lo ayudara, y asì pasò tambièn la madrugada del jueves. Llegò Lulù a las 3:00am a llamar a David y se bajò, yo volvì a quedarme dormida y entonces cuando empezò a clarear toquè la cama y me asustò el ver que David no habìa regresado, me bajè y a dña. Catalina le comentè que me asustò pensar que se habìa puesto mal, y me dijo que si, que estaba muy mal, que se le oìa muy mal su pecho, hacìa mucho ruido al respirar. Entrè y estaba en el sillòn, ya habìa desayunado para poder tomar medicamento, pero estaba con sus ojos cerrados. Y el ruido en el pecho era tremendo. David llamò al dr. para que le dieran algùn medicamento y lo mantendrìan todo el dìa levantado. Yo me fui a Trabajar, entrè a mi oficina, encendì la computadora y sonò mi celular, era David, dijo: -Paty, regrèsate por favor. -Si-contestè, y colguè. Apaguè la computadora y salì, lleguè, vi las puertas abiertas y acomodè el coche para subirlo e ir al hospital, entrè y horror !!!!!!!
Lloraban y le hablaban, y vi que no estaba respirando, vi su palidez, y su mano extendida y suelta, què pasa dije? què pasa??? què pasò??????? y hasta hoy me lo pregunto, què pasò?
El ruido de su respiraciòn se fue calmando en pocas aspiraciones, y una ùltima vez respirò sin ruido, y fue todo.
* * * * * *
Hoy su casa se siente sola, se respira tristeza, don David, nos hace falta ese ànimo con el que vivìa, ese bullicio que provocaba para que se notara vida en todo momento. Lo queremos mucho, lo vamos a extrañar y hoy mas que nunca lo necesitaremos, Dios lo bendiga y le permita cuidarnos desde allà donde sea que nos estè esperando.
